jueves, 13 de noviembre de 2014


Fisiologìa de la voz

ff:isiología de la voz, Voces femeninas, Voces masculinas y Voces especiales.
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jueves, 25 de septiembre de 2014

Método Kodaly

Método Kodaly

     Zoltan Kodály fue un compositor, gran pedagogo, musicólogo y folclorista húngaro de gran trascendencia. Se basó en la música campesina, la cual, según el autor, es conveniente que se comience a introducir en los ambientes familiares de los niños. El valor de Kodály se cifra fundamentalmente en su labor musicológica realizada en la doble vertiente de la investigación folclórica y de la pedagógica.

     Su método parte del principio de que “la música no se entiende como entidad abstracta (solfeo en el plan antiguo), sino vinculada a los elementos que la producen (voz e instrumento) “. La práctica con un instrumento elemental de percusión y el sentido de la ejecución colectiva son los puntos principales en que se asienta su método.

Podríamos resumir su método en los principios siguientes:

        -La música es tan necesaria como el aire.

        -Sólo lo auténticamente artístico es valioso para los niños.

        -La auténtica música folclórica debe ser la base de la expresión musical nacional en todos los niveles de la educación.

        -Conocer los elementos de la música a través de la práctica vocal e instrumental.

        -Lograr una educación musical para todos, considerando la música en igualdad con otras materias del currículo.

    Su método, desde el punto de vista pedagógico, se basa en la lecto-escritura, en las sílabas rítmicas, la fononimia y el solfeo relativo. Con las sílabas rítmicas, Kodaly pretende relacionar a cada figura y su valor con una sílaba, con lo cual obtiene ciertasensación fonética y, por consiguiente, una relativa agilidad o lentitud en el desarrollo de las diferentes fórmulas rítmicas y su contexto global.

Ejemplos de sílabas rítmicas Ta ta ta ta       ti ti ti ti       ti ri ti ri ti ri ti ri      Con la fononimia, pretende indicar mediante diferentes posturas y movimientos de las manos, la altura de los sonidos y que los alumnos los identifiquen con sus nombres respectivos.

    Mediante el solfeo relativo se plantea la posibilidad de entonar cualquier melodía representada en una sola línea desde el punto de la escritura musical. Esta línea representa el pentagrama convencional y en ella estarán colocadas las diferentes notas con sus nombres respectivos debajo, dichos nombres no estarían completos ya que sólo aparecería la primera letra del nombre correspondiente.

    Con esta actitud y desde el punto de vista de la entonación, da igual la tonalidad en que se encuentre la obra musical original, pues siempre se podrá transportar a la tesitura más cómoda del intérprete.



Comentarios

Sistema Pentatónico

Esta formada por cinco sonidos 

 y puede construirse sobre cualquier escala

 utilizando varias combinaciones de notas,

 básicamente de las siete notas que  forman una escala

 hay que suprimir dos siempre y cuando se incluya la tónica


Lectura y Entonación

Kodály emplea  la metodología de la memoría
primero diciendo  la  y  luego con las notas
respectivas


Utiliza patrones rítmicos típicos de las canciones
del folklore Húngaro


'Zoltán Kodály y Bela Bartók'


Método Kodály - Fononímia



El sistema de Kodály trata de sacar provecho a los patrones musicales que se encuentran dentro de las habilidades del niño en las diferentes etapas de crecimiento. En términos de ritmo, los ritmos movidos están más relacionados a las actividades de la vida diaria de un niño . Por ejemplo, una corchea puede ser asociada a los pasos al caminar y las semicorcheas al correr, estos son los ritmos que los niños viven día con día.
La Fononimia es un método que consiste en marcar la altura de los sonidos, situándoles en el espacio, colocando la mano a diferentes alturas. Entre los grandes pedagogos musicales que se han servido de este resorte metodológico se encuentra Zontán Kodály.
Además de ayudar a representar las notas con un gesto de la mano, es muy útil para:

-Ejercicios de afinación.
-Los intervalos y las relaciones melódicas.
-La afinación, la educación del oído, la memoria, la audición interna y externa, la técnica vocal, la improvisación, etc.
-El desarrollo de las capacidades como la atención y la concentración, además de la conciencia del trabajo en grupo.
-Como medio para trabajar ejercicios de psicomotricidad y expresión.
-El desarrollo de la creatividad, la sensibilidad y el gusto


Método kodaly

El método  se basa en :

Fononímia

Pentafonía

Sílabas rítmicas

Voz


lunes, 8 de septiembre de 2014

Mêtodo Dalcroze



Método Dalcroze

    Émile-Jacques Dalcroze, pedagogo y compositor suizo, se oponía a la ejercitación mecánica del aprendizaje de la música por lo que ideó una serie de actividades para la educación del oído y para el desarrollo de la percepción del ritmo a través delmovimiento. Con este propósito hacía marcar el compás con los brazos y dar pasos de acuerdo con el valor de las notas, mientras él improvisaba en el piano. Llegó a la siguiente conclusión: el cuerpo humano por su capacidad para el movimiento rítmico, traduce el ritmo en movimiento y de esta manera puede identificarse con los sonidos musicales y experimentarlos intrínsecamente. Dalcroze consiguió que sus alumnos realizaran los acentos, pausas, aceleraciones, crescendos, contrastes rítmicos, etc. Al principio se improvisaba, para luego pasar al análisis teórico.

    Para Dalcroze la rítmica es una disciplina muscular. El niño que ha sido formado en ella, es capaz de realizar la organización rítmica de cualquier troza musical. No se trata de “gimnasia rítmica” sino de una formación musical de base que permita la adquisición de todos los elementos de la música. Pretende, igualmente, la percepción del sentido auditivo y la posterior expresión corporal de los percibido (el ritmo de cualquier canción escuchada es traducido por su cuerpo instintivamente en gestos y movimientos).

     Aunque la metodología Dalcroze está estructurada para los diferentes niveleseducativos, se centra más en la educación infantil.

     Los principios básicos del método son: todo ritmo es movimiento; todo movimiento es material; todo movimiento tiene necesidad de espacio y tiempo; los movimientos de los niños son físicos e inconscientes; la experiencia física es la que forma la conciencia; la regulación de los movimientos desarrolla la mentalidad rítmica.

Según estos principios, las características básicas de este método son:

1. La rítmica Dalcroze se basa en la improvisación. Los niños caminan libremente, y entonces comienza el piano a tocar una marcha suave y lenta, sin advertirles nada, los alumnos adaptan poco a poco su marcha al compás de la música. Así va introduciendo los valores de las notas (las figuras):

        -Las negras para marchar

        -Las corcheas para correr

        -La corchea con puntillo y semicorchea para saltar

2. Se desarrollan ejercicios apropiados para la orientación espacial. Como por ejemplo, marchas en círculo hacia derecha e izquierda levantando y bajando los brazos a la voz de “hop”.

3. Se desarrollan ejercicios apropiados para hacer sentir los matices. Ejemplo: el profesor toca una música suave y los niños andan de puntillas (siempre en círculos), y cuando la música es fuerte y marcada, marchan marcando fuertemente el paso.

4. Se desarrollarán movimientos expresivos para la interpretación y el carácter de la obra musical.

5. El silencio se hará sentir relacionándolo con la interrupción de las marchas con ausencia de sonido.

   Para vencer las dificultades que ofrecía la respuesta corporal creó una serie de ejercicios de aflojamiento y de independencia para las extremidades, el tronco y la cabeza a fin de que sus alumnos pudieran moverse con toda libertad. También creó una serie de ejercicios de desinhibición, concentración y espontaneidad, que les permitían reaccionar inmediatamente a una señal musical dada.

   El principal objetivo era que este método fuera utilizado en los jardines infantiles y en las escuelas elementales de música, además fue aprobado por médicos y psicólogos. Fue aplicado también para niños neuróticos y retardados así como débiles mentales.

Dalcroze Belgique - Recherche Désespérément

Dalcroze Belgique - Le Bal Des Insectes

Il metodo Dalcroze per gli attori

lunes, 24 de marzo de 2014

Elliot W. Eisner "Educar la visión artística" Capitulo 4: .

El arte en la educación, según Herbert Read

Educación por el Arte” es un libro publicado en 1943, escrito por el inglés Herbert Read, ensayista, poeta, crítico de arte y especialista en arte contemporáneo. Entre todas sus publicaciones, numerosas y de gran calidad, sobresale esta como una de las mas influyentes, si se tiene en cuenta su difusión y aplicación en medios académicos de países europeos y americanos. Escrito con vehemencia, con la pasión de un artista y con el cuidado de un artesano, desarrolla en sus trescientas páginas (de la traducción al español) una tesis de vital importancia para el avance de la educación y la sociedad. Parte de la propuesta que Platón enuncia en su libro La República, donde afirma que “el arte debe ser la base de la educación”[[Read, Herbert. Educación por el arte. Ediciones Paidos Ibérica, colección: “Paidos Educador”. Traducción de Luis Fabricant, primera reimpresión 1982, Barcelona; p. 27.]].
Cada uno de los once capítulos del libro los utiliza H. Read para tratar de justificar, unas veces científicamente y otras hipotética e intuitivamente, la importancia y la trascendencia del arte en la educación. Entiende el arte como “...un modo de integración -el modo más natural para los niños- y como tal, su material es la totalidad de la experiencia. Es el único modo que puede integrar cabalmente la percepción y el sentimiento”[[Op cit. p. 80]]. En este concepto encontramos que H. Read considera la experiencia, “memorable y utilizable en la medida que toma forma artística”, como un hecho necesario y conveniente para los niños en el medio educativo; pero además involucra dos elementos complementarios que hacen parte de lo que él concibe como arte y por supuesto de la estructura mental de una persona: la percepción y el sentimiento. El primero, ligado con los sentidos, con el aprendizaje, con la parte lógica de la persona; el segundo, atado a la sensibilidad, a la emotividad, a la intuición. Es este hecho dual, integrador, complementario, dialéctico, que el autor considera no se ha tenido en cuenta en el sistema educativo a través de la historia, con algunas excepciones.
La educación, según Read, deberá orientarse a: “...preservar la totalidad orgánica del hombre y de sus facultades mentales, en forma tal que a medida que pasa de la niñez a la edad adulta, del salvajismo a la civilización, conserve sinembargo esa unidad de conciencia que constituye la única fuente de armonía social y de felicidad individual”[[Ib. p. 88]]. Identificamos en esta afirmación otros elementos cruciales en la concepción de H. Read: su insistencia a través de las páginas que la educación debe buscar como fin último no la generación de conocimientos sino de sabiduría, no la producción de mayor cantidad de obras de arte sino mejores personas y mejores sociedades. Su concepción es que la educación debe ser ante todo integradora, mutualista, generadora de compensaciones y equilibrios, una forma incesante propiciadora de felicidad.
Su tesis original la lleva hasta identificar el arte y la educación en un mismo y único fin. Está convencido, con absoluta certeza de este hecho, al afirmar: “... la finalidad del arte en la educación, que debería ser idéntica a la finalidad de la educación misma"[[Ib., p. 119]]. Considera que la educación ha padecido una tendencia exagerada, no conveniente, hacia el pensamiento lógico, “incapaz de actividad imaginativa y pensamiento sensorial”. Le suma además a esta ‘aberración' de nuestros sistemas educativos tradicionales, el “hábito de establecer territorios separados y fronteras inviolables”, contrariando la estructura orgánica, integradora, de nuestra mente y nuestra sociedad. Considera que “...la concepción aceptada de la educación como colección de materias en competencia, enseñadas por especialistas separados en aulas separadas, es tan grotesca que no puede responder a principio alguno de organización, sino solo a la acumulación caótica de un proceso histórico no dirigido”
“Mi punto de partida es la sensibilidad estética”[[Ib., p. 35]], afirma H. Read, haciendo una invitación a quienes de algún modo estamos vinculados con la educación para que nuestra actitud monótona y displicente y nuestra visión sesgada de las actividades propias del oficio, se encaminen por la ruta de la estética, de la belleza, de la creatividad, del juego. La invitación que hace el autor es un cambio de paradigma en la concepción que se tiene de la educación, tanto para maestros como para estudiantes y padres de familia. Es tener la convicción y la decisión de que un cambio pequeño en la práctica educativa, por parte de los maestros, generará un salto dialéctico en los estudiantes. Es una invitación a los Estados para que su política educativa genere espacios reales donde la enseñanza y la práctica del arte en las escuelas y colegios sea un hecho revolucionario. Dicho de otra manera: “Necesidad de ampliar nuestras estrategias de enseñanza a fin de que podamos desarrollar técnicas que presenten y manipulen la información de nuevas maneras”[[Verlee Williams, Linda. Aprender con todo el cerebro. Ediciones Roca Ltda.. Traducción de Esteban Riambau. Primera reimpresión, 1995, Barcelona; p. 40]]. Debemos aplicar novedosas prácticas educativas que motiven a estudiantes en el proceso sencillo y diáfano de sembrar sabiduría en campos fértiles de creatividad. En otro aparte, complemento a lo que venimos comentando, el mismo Read nos dice: “En última instancia, no hago distinciones entre ciencia y arte, salvo como métodos, y creo que la oposición entre ambas en el pasado se ha debido a una concepción limitada de ambas actividades. El arte es representación, la ciencia es explicación -de la misma realidad-”[[Ib., p. 35]]. La visión amplia de Read se extiende al campo de la ciencia. La interpretación que podemos hacer de su teoría es que la parte estética, bella, está presente en todos los campos de la actividad humana, no solo en el arte, también en la ciencia, porque aquí también hay belleza, como lo afirma Steven Weinberg: “Y de hecho, es la teoría de Einstein la que es más bella, debido en parte a la simplicidad de su idea central de la equivalencia de gravitación e inercia”[[Weinberg, Steven. El sueño de una teoría final. La búsqueda de las leyes fundamentales de la Naturaleza. Editorial Grijalbo Mondadori, Traducción José Javier García Sanz, 1995, Barcelona; p. 111.]].
Un ejemplo práctico, de la teoría que nos propone Read, de aplicación local en nuestra Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, en la carrera de Ingeniería Industrial, es el estudio, análisis y práctica del libro de Betty Edwards en una de sus materias, donde los estudiantes realizan las actividades propuestas allí, enfocadas al aprendizaje del dibujo. Su autora, investigadora y docente nos dice en relación con la educación artística: Yo, sinembargo, opino que las artes sí son imprescindibles para el aprendizaje de formas de pensamiento específico, visual y perceptivo, del mismo modo que la lectura, la escritura y la aritmética son imprescindibles para el aprendizaje de formas de pensamiento específico, verbal, numérico y analítico. Creo que ambos modos de pensamiento -uno para comprender los detalles y el otro para ver el dibujo al completo, por ejemplo- son vitales a la hora de adquirir las habilidades del pensamiento crítico, de la extrapolación de significados y de la resolución de problemas[[Edwards, Betty. Nuevo aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro. Ediciones Urano, Traducción Carles Andreu y Librada Piñero. 2000 Barcelona, p. 15.]]. Cincuenta años después que Herbert Read publicara su obra, se confirma su tesis con conocimientos más detallados y mejor sustentados de nuestro comportamiento, fundamentados en los hemisferios cerebrales y teniendo estudios e investigaciones a los que el autor inglés no tuvo acceso. Para complementar la referencia a este caso práctico, en la edición número 114 de esta misma revista Aleph (julio/septiembre, 2000) su director, Carlos-Enrique Ruiz, en el artículo “Educación por el arte, de Herbert Read”, se refiere al caso de Livia González y Graciela Díaz, quienes aplicaron su experiencia pedagógica durante ocho años en la formación musical de niños de 4 a 6 años, con excelentes resultados. Son dos pequeñas muestras ejemplares de las posibilidades y alcances prácticos que se pueden dar en el medio educativo, sin ataduras, sin directrices oficiales, sólo la voluntad del maestro y la venia de sus estudiantes.
A mediados del siglo pasado un pequeño grupo de intelectuales y amantes de la enseñanza del arte en escuelas, colegios y universidades, publicó una serie de libros que se convirtieron en fuentes primarias y generadoras del espíritu que hoy defienden, con total certeza de sus afirmaciones, investigadores como Howard Gardner, el de las Inteligencias múltiples o Eisner Elliot, autor de varios libros relacionados con la enseñanza del arte. Entre aquellos están Herbert Read, autor deImagen e idea y Arte y sociedad, entre otros, y Víktor Lowenfeld, autor de El niño y su arte y El desarrollo de la capacidad creadora. Read, con más resonancia y aplicabilidad que Lowenfeld, se fundamenta en algunas afirmaciones hechas por este para complementar o justificar su obra. En su libro, Educar la visión artística, Eisner Elliot afirma que para Lowenfeld “el arte es una herramienta educativa que puede cultivar la sensibilidad del hombre, fomentar la cooperación, reducir el egoísmo y, por encima de todo, desarrollar una capacidad general de funcionamiento creativo”[[Eisner, Elliot. Educar la visión artística. Ediciones Paidos. Traducción de Roser Juanola. Terradellas Primera edición 1995. p.81]]. Se infiere que los dos autores se mueven en la misma línea de considerar el arte como un mecanismo de mejoramiento de la convivencia ciudadana, de la participación democrática y de la generación de la creatividad en niños y jóvenes. Para Elliot el arte cumple tres funciones principales: “Una función del arte es ofrecer un sentido de lo visionario en la experiencia humana....Funciona también como un modo de activar nuestra sensibilidad....Una tercera función del arte es su capacidad de vivificar lo concreto”[[Ib., p.10]]. Resulta alentador para nuestros comentarios del libro de Herbert Read y su obra en general, que sus postulados defendidos con sapiencia y tozudez, se confirmen y se amplíen cinco décadas después. Concluye los comentarios que hace Elliot de Read de la siguiente manera: “En definitiva, las afirmaciones de Read sobre el arte, los niños y la educación son estimulantes y eruditas pero, en cuanto a la forma, están fuera del dominio de la validación empírica”[[Ib., p. 83]]. En el transcurso del libro de Read se puede detectar una serie de hipótesis que lanza el autor y que deja para la posteridad su posible comprobación, lo que de ninguna manera le quita méritos al autor, pues bien se sabe que en el campo de los sentimientos, de la estética, de la belleza y de la intuición, la ciencia experimental solo se aproxima parcialmente con resultados apenas satisfactorios.
En su libro Educación artística y desarrollo humano, Howard Gardner afirma, concediéndole la razón de sus propuestas a Read que: “En el trabajo llevado a cabo con mis colegas durante los últimos años...se encuentran pruebas convincentes de que los estudiantes aprenden de manera eficaz....cuando su aprendizaje artístico está anclado en la producción artística; cuando hay un intercambio fácil entre las diversas formas de conocimiento, incluyendo las formas intuitivas, artesanales, simbólicas y notacionales; y cuando los estudiantes gozan de una holgada oportunidad para reflexionar sobre su progreso”[[Gardner, Howard. Educación Artística y desarrollo humano. Ediciones Paidos. Traducción de Ferran Meler-Orti, Primera edición 1.994 p.88]]. Es necesario, urgente, si se quiere tener un país con mejores oportunidades, con mejores personas, con mejor calidad de vida, ceder el paso a una educación más integral, más dinámica, más ecléctica y menos verbalista y academicista.
Cuando uno como docente se para al frente de un grupo de niños o jóvenes ansiosos y les retribuye esa ansiedad con exagerado verbalismo o con la actitud pasiva y rutinaria de quien no tiene nada más que ofrecer, siente en carne propia la frustración y la rabia de saber que ellos están siendo engañados. La taza está llena y comenzó a rebosarse. Las amenazas, los regaños, los insultos, las palabras vacías, no calan en lo niños y jóvenes. Sólo la acción de una verdadera propuesta revestida de percepción, de creatividad, de belleza, de arte, de ciencia, de lógica combinadas, llegará al cerebro y al corazón de los estudiantes y despertarán del letargo humillante que los acosa y los tiene como muertos. Igual que a los maestros y maestras.
“En efecto, mi pretensión importa nada menos que lo siguiente: que el arte, ampliamente concebido, debería ser la base fundamental de la educación. Pues ninguna otra materia puede dar al niño no solo una conciencia en la cual se hallan correlacionados y unificados imagen y concepto, sensación y pensamiento, sino también, al mismo tiempo, un conocimiento instintivo de las leyes del universo y un hábito o comportamiento en armonía con la naturaleza”.[[H. Read, op. cit., p. 89]] Pretensión alcanzada con creces en algunos sitios de este mundo, pero aun por alcanzar en el nuestro.